Tesla cambia los eléctricos por este combustible (y no es hidrógeno): este modelo es el futuro
Tesla cambia los eléctricos por otro combustible distinto al hidrógeno. El modelo que ha aparecido en escena es lo más futurista que hemos visto en mucho tiempo. Incluso más que el combustible futurista que solo venden estos dos coches. La compañía comenzó 2024 con mal pie tras registrar un primer trimestre con las cifras de entregas debilitadas y márgenes acotados. Sin embargo, tras las elecciones presidenciales que proclamaron vencedor a Donald Trump, el candidato predilecto del CEO de la firma, su valor en bolsa ha agregado 450.000 millones de dólares.
La marca de Elon Musk se encuentra en un buen momento y no solo por esto. En el mercado se asegura que el Model Qllegaría en el primer semestre de 2025 por un precio inferior a 30.000 dólares, un antes y un después para la compañía especialmente marcada por valores altos. La noticia salió de la mano del medio chino GlobalChinaEV, que hacía referencia a un documento asociado a una reunión de inversores entre Tesla y Deutsche Bank. Horas más tarde, Becky Peterson, periodista de Wall Street Journal, anunció que tenía una copia y confirmó los datos expuestos.
Vía X (antes Twitter), publicó los puntos principales de esta nueva apuesta de Tesla. Advirtió que Deutsche Bankdenomina al “nuevo modelo de Tesla” como “Model Q”. Asimismo, Deutsche Bank prevé un lanzamiento para la primera mitad de 2025 con un precio inferior a 30.000 dólares con subsidios o 37.499 dólares si Trump cancela el crédito fiscal IRA. La fabricación tendría lugar en las líneas existentes de Tesla. Un panorama que demuestra cómo la compañía sigue buscando maneras de crecer. No obstante, existe otra noticia sobre Tesla que tiene al mundo en vilo y sobrepasa cualquier modelo convencional por muy asequible que sea: la irrupción de un modelo de la marca que no utiliza electricidad.
Tesla se aleja de la electricidad con este combustible: ni el hidrógeno ha llegado tan lejos
Aparece en el mercado un Model Y con un sistema eléctrico con extensor de autonomía por metanol y 1.000 km de autonomía. La compañía austríaca Obristha creado un sistema eléctrico con extensor de autonomía por metanol para el Tesla Model Y. Ya ha realizado una presentación con sus primeros prototipos capaces de recorrer hasta 1.000 km por carga y depósito. Obrist mostró ante el mundo una versión modificada del Tesla Model Y catalogada como “hiperhíbrida”.
Un prototipo que está basado en una combinación que trabaja conjuntamente con una batería, motor eléctrico y motor suministrado por metanol. Aseguran que el extensor de autonomía es lo que hace más sostenible a esta pieza. Con el Model Y Hyper-Hybrid, Obrist procura demostrar la posibilidad de alcanzar un compromiso tecnológico. El objetivo de este desarrollo es que el Model Y pueda moverse diariamente utilizando la energía de su batería, pero que cuando sea necesario ejecutar un viaje largo, no existan paradas para cargarla, usando para este propósito un motor a base de
Es más, sumada a la transformación del SUV eléctrico, la compañía también ha originado un combustible revolucionario denominado aFuel. Este metanol sintético se desarrolla a partir de un 10% de CO2 capturado en el aire, un procedimiento que busca bajar la huella de carbono. Según la firma, este combustible podría incluso lograr una huella de carbono negativa debido a un proceso que transforma parte del CO2 en carbono sólido, descartado del ciclo global.
Esta esperanzadora tecnología podría perturbar el mercado de los combustibles sostenibles, aunque la posibilidad de desarrollar a gran escala se torna como un reto. Por ahora, no se han otorgado datos concretos sobre el rendimiento de este concepto.
Tesla cambia los eléctricos por otro combustible, pero todavía no es el momento del hidrógeno
No obstante, la primera generación del método, instalado en un Tesla Model 3, representaba la reducción de la capacidad de la batería hasta los 17 kWh, con 96 km de autonomía eléctrica, al que han agregado un extensor de autonomía gasolina, que le permitía transitar hasta 1.000 km con cada carga, con un consumo real de 2 litros a los 100 km y unas emisiones de 23 gramos de CO2 por km.
En total, esta idea suponía 3.200 euros de coste de materiales para la conversión sumada a la mano de obra. El concepto ahora ha evolucionado con el metanol como combustible. Aunque estas firmas hayan experimentado con Tesla (hasta llegar al punto que ha alcanzado Alemania), la firma de Elon Musk sigue apostando por la electricidad.