La UE necesitaría aranceles del 50% para frenar las importaciones de coches eléctricos chinos
Un informe sostiene que las medidas punitivas sugeridas en Bruselas no bastarían para disuadir a los fabricantes de automóviles.
Según un nuevo análisis, la UE tendría que imponer enormes aranceles de aproximadamente el 50% para frenar el flujo de vehículos eléctricos (VE) chinos baratos hacia el bloque.
Se espera que la investigación antisubvenciones de Bruselas sobre los coches eléctricos chinos concluya en unas semanas, pero investigadores del Grupo Rhodium afirman que cualquier medida punitiva será probablemente demasiado tímida para disuadir a los fabricantes de automóviles del gigante asiático.
"Esperamos que la Comisión Europea imponga aranceles de entre el 15% y el 30%. Pero incluso si los aranceles se sitúan en el extremo superior de esta horquilla, algunos fabricantes chinos seguirán siendo capaces de generar cómodos márgenes de beneficio sobre los coches que exportan a Europa debido a las sustanciales ventajas de costes de las que disfrutan", señala el informe.
"Probablemente harían falta aranceles del 40-50% —posiblemente incluso más elevados en el caso de fabricantes integrados verticalmente como BYD— para que el mercado europeo dejara de ser atractivo para los exportadores chinos de VE".
El Seal U de BYD, por ejemplo, se vende por 20.500 euros en China y 42.000 euros en la UE. El beneficio estimado es de 1.300 y 14.300 euros respectivamente, lo que supone un fuerte incentivo para exportar, explica Rhodium.
Las importaciones ya pagan un arancel del 10% en la UE, lo que supone unos 2.100 euros por vehículo.
"Según nuestros cálculos, un arancel del 30% seguiría dejando a la empresa una prima del 15% (4.700 euros) en la UE en relación con sus beneficios en China, lo que significa que las exportaciones a Europa seguirían siendo muy atractivas", recoge el informe de Rhodium.
BYD podría incluso bajar sus preciospara alcanzar su objetivo de hacerse con el 5% del mercado de la UE en 2025 y el 10% en 2030, según el informe. "Muchos otros modelos chinos de VE seguirían disfrutando de una fuerte prima de beneficio en la UE".
Rhodium calculó que el arancel punitivo medio en todos los sectores en los que la UE ha encontrado subvenciones es del 19%, si las empresas afectadas cooperan, como han hecho los fabricantes de automóviles chinos BYD, SAIC y Geely.
Bruselas anunció su investigación en octubre, después de que un aumento de las importaciones amenazara a los productores nacionales que están dando el salto de los vehículos con motor de combustión a los eléctricos.
Las importaciones de VE procedentes de China, incluidas las de fabricantes no chinos que tienen plantas allí, aumentaron de 1.600 millones de dólares en 2020 a 11.500 millones en 2023. La cuota de mercado de las marcas chinas se multiplicó por más de cuatro en ese periodo, hasta alcanzar el 8% el año pasado.
Según estimaciones de la ONG Transport & Environment, la cuota alcanzará el 11% este año y llegará al 20% en 2027.
Los fabricantes de automóviles alemanes y estadounidenses, que fabrican en China y venden en la UE, también son vulnerables al aumento de los aranceles. Según Rhodium, unos aranceles del 15% acabarían con los beneficios de las exportaciones de Tesla de China a la UE.
Pekín ha denunciado la investigación como proteccionista, alegando que sus empresas son simplemente más competitivas.
Funcionarios de la UE afirman a FT que podrían imponerse aranceles preliminares ya en mayo, aunque la fecha límite es julio. Los aranceles permanentes tendrían que obtener el apoyo de la mayoría de los Estados miembros de la UE y se impondrían en noviembre.
Según Rhodium, las enormes inversiones en fábricas obligan a los fabricantes chinos a exportar para obtener un rendimiento satisfactorio.
Para 2026, la capacidad de producción anual de BYD en China alcanzará los 6,6 millones de VE, frente a los 2,9 millones de finales de 2023. Para absorber esa capacidad a nivel nacional, BYD tendría que multiplicar por más del doble sus ventas en un mercado en desaceleración.
Dado que países como EEUU ya imponen aranceles y restricciones, la UE se ha convertido en el mercado elegido.
Rhodium señala que los responsables políticos de la UE en Bruselas podrían utilizar otros medios para proteger la industria nacional. Podrían restringir las importaciones chinas por motivos de seguridad, dada la cantidad de datos que recogen los vehículos, o centrar las subvenciones a la compra de VE en los modelos fabricados en la UE.